En el legado que me dejara mi padre, Juan José Güiraldes, se encuentran imágenes como ésta en la que puede verse una jineteada con recado completo a campo abierto. Actualmente los domadores deben sostenerse unos segundos nomás arriba del animal y lo hacen con distinto tipo de recados o "de las clinas".
Muchos se anotaron para jinetear un reservado ésa tarde. Cuentan con su agilidad y experiencia al observar el animal que les ha tocado en suerte. Llegó el momento de la prueba y ahí va. El animal corcovea y el jinete se sujeta fuerte frente a la mirada atenta de los paisanos a que llegue el momento en que se escuche bien fuerte: es tiempo de apadrinadores.